Descripción
Desde mediados del siglo XX, los jóvenes de la aldea global, convivieron con la tecnología. La telecomunicación les resultó tan normal como a las generaciones anteriores la telegrafía fuera ésta acústica, óptica o eléctrica en su incesante evolución.
Luego, la radiofonía, la televisión y la computación los acercaron graciosamente a las innovaciones que las ciencias aportaban a la novedosa tecnología, pero no fueron “introducidos” en ellas, menos aún en las llamadas “ciencias duras” que resultaban duendes o fantasmas dantescos para los estudiantes primarios y secundarios.
De allí este trabajo, esta contribución para conocer aunque muy parcialmente – claro está – una brevísima cronología de los aportes que posibilitaron ese pujante, laborioso y tenaz esfuerzo para alcanzar el conocimiento universal.